Pasar cada día delante
de una mirada apresada
saber que hoy cenizas
ayer fuego
el
blanco y negro tan sensual
la
piel buscando
el sabor del
vuelo a deshoras
sobre la cresta en equilibrio
solo permanece quien deja de ver
una
imagen nada más y se alteran las hormonas
vuelves a oleadas sin control en el abismo
traes el rayo electrizando al trote
la tierra aletargada con el bálsamo
de las horas
desde aquella
maldita aguja que detuvo el mar
¿dónde
estás tú?
eres
piedra y yo devengo en viento
un beso sin hálito reverbera
ausente
deseo en
blanco y negro
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